En muchos países, se identifica la terapia en estas edades como símbolo de fortaleza. La adolescencia es un período de desarrollo y cambios muy importante, en el que cada vez hay una mayor demanda con temas relacionados con la ansiedad, ideas suicidas, autolesiones,…
Centrada en dotarles de recursos y desarrollar su potencial para afrontar su situación actual y tener un crecimiento consciente que les lleve a convertirse en adultos capacitados para la vida, que saben sostenerse. Conectar con el bienestar y crecer como seres completos, repletos de recursos que ayudan a asegurar la salud, teniendo en cuenta sus necesidades y características
personales.
Bienestar, trabajar su identidad, la autoestima, y mejorar sus relaciones (familiares y con sus iguales). Podemos reflexionar sobre multitud de aspectos y más teniendo en cuenta que se trata de una etapa de experimentación: sexo (embarazos, transmisión de enfermedades), relaciones, asertividad, conocer cómo se habla, conductas delictivas, conductas adictivas, estudios, fomentar el ocio saludable,… en muchas ocasiones el riesgo es mayor cuando en casa no me entienden, cuando el amor no es incondicional, cuando tengo la necesidad de popularidad, de reafirmar, de pertenencia, de demostrar así lo que valgo.
“El cerebro es muy adaptable y maleable”