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Cuando hablamos de vivir en coherencia, hablamos de ser coherentes con nuestros valores, de vivir honrándolos.

Los valores son los principios que guían nuestra forma de actuar, de ser y de pensar. Por ello, al decir que podemos vivir en coherencia haríamos referencia a que nuestra forma de pensar se vea reflejada en nuestra forma de actuar.

Existen muchos valores y dentro de ellos, cada persona los honra de una manera diferente ya que son palabras abstractas a las que les añadimos nuestras particularidades, por lo que  significan cosas distintas. Pongamos varios ejemplos muy representativos en mi experiencia profesional para verlo de manera más clara:

Muchas veces me encuentro cuando trabajo con parejas, o cuando trabajo a nivel individual y tratamos su tema de pareja, con la disconformidad y pensamientos negativos que anulan el amor que hay debajo porque a “la relación sentimental” le adhieren como verdades absolutas unos requisitos imprescindibles. Un ejemplo sería que dentro de la pareja para un miembro es necesario hablar y contarse todo y así se lo transmite al otro, pero para este último es mejor no contar las cosas que puedan preocupar a su pareja con la intención positiva de cuidarla. Esto desemboca en frustración y pensamientos del tipo “pasa de mí, por más que se lo digo no me hace ni caso, no quiere cambiar nada, ya no puedo más,…”.

Otro ejemplo típico en las relaciones de amistad es el pensar que un amigo o amiga es alguien que está SIEMPRE, y cuando por distintas razones no puede atenderte esa amistad (sin saber ni si quiera el por qué) te puede llevar a describir a esa persona como alguien que no le importas, como una persona falsa, a sentir decepciones y como último lugar te puede llevar a la ruptura de la relación,…

Al igual que si fuera al revés, si te piden algo a ti, como tú piensas que tienes que hacerlo, aunque sea una situación que “crees no puedes” te sentirías bastante mal tanto si lo haces como si no. Aquí cambia mucho la situación de las personas que hacen su crecimiento personal, desmontando sus creencias limitantes, sus condicionamientos arrastrados desde la infancia, sus miedos proyectados, adquiriendo flexibilidad cognitiva,…

Otro ejemplo que me encuentro muy a menudo es en el tema familiar. Cuando una persona piensa que una madre, padre, hermano,… “debería hacer X” se vuelve ese sentimiento de frustración, decepción,… con distintos pensamientos que otra vez dañan la relación y la propia autoestima en múltiples ocasiones debido al lenguaje interior con el que nos hablamos.

Lo primero sería definir tus valores y saber cómo honrarlos para vivir en coherencia. Si para ti es muy importante el respeto te vas a sentir fatal cuando les grites o pegues a tus hijos, porque no va en sintonía tu manera de pensar y de actuar. Para ello, puedes decidir si quieres mantener ese respeto aunque haya una conversación o unas consecuencias que asumir.

Este primer punto alude a hacer lo que tiene sentido para ti, no anulando X comportamientos, que siguiendo con el ejemplo anterior sería que no quisieras sacar la agresividad, pero no es mandarla a la sombra quedando inaccesible o bloqueada, simplemente dejar ese recurso tuyo interno para cuando de verdad tenga sentido y libremente la elijas, sin ser una reacción que haces funcionando en automático por falta de herramientas de gestión emocional.

Si fuera un valor ético, social, como por ejemplo la amistad, volveríamos a actuar en coherencia siguiendo con lo que para uno mismo es la amistad y aclarar en caso de desacuerdo en algo con la otra persona qué puntos son importantes para que cada uno pueda honrar su valor y mantener o no la amistad si tiene sentido.

Doubt

El primer paso sería identificar los valores más importantes para ti, para una vez identificados, darle el significado y ver de qué manera puedes llevarlos a cabo.

Es muy interesante asimismo identificar los obstáculos que ya te has ido encontrando y otros posibles que te puedes encontrar, para ver de qué manera puedes seguir honrando los valores aunque la situación no cambie.

Te puede ayudar a identificarlos fijarte en los acontecimientos o experiencias más importantes y más desagradables de tu vida y saber que valores honrabas y cuáles no.

Espero que este artículo te invite a reflexionar sobre ti para que puedas vivir en coherencia y disfrutar más, acercándote seguro a relaciones más sanas contigo y con los demás, y al bienestar emocional.

Igualmente, si no sabes cómo hacerlo y quieres empezar a vivir en coherencia puedes ponerte en contacto conmigo para empezar, de manera presencial en Albacete u online, un crecimiento personal que cambie tu vida aunque el resto no cambie.

¡¡SI QUIERES CAMBIAR LAS COSAS, EMPIEZA POR TI!!

Cada pasito que das para alcanzar tus objetivos,

aprendiendo a vivir en coherencia,

es un gran paso para construir tu vida cuidando de ti y de los tuyos,

la vida que deseas construir y por la que quieres caminar.

Cristina Hermosa

PsiCorazonyMente

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