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A finales de agosto nos encontramos con un mensaje y una imagen muy repetitiva: la «Vuelta al cole». Cuando hablo de cole quiero referirme tanto al colegio como al instituto.

No paramos de verlo por todas partes y se encargan de que padres y madres nos pongamos las pilas y vayamos a comprar todo el material necesario tanto para llenar sus mochilas como sus armarios.

Con todos estos mensajes repetitivos, a principios o mediados de septiembre, tenemos todos lo necesario para empezar el curso académico.

En muchas casas, cuando llega esta época, con la intención de facilitar su posterior adaptación, se ponen manos a la obra modificando las rutinas vacacionales y empiezan a incorporar cambios… se empiezan a acostar antes, se les despiertan para que se vayan acostumbrando a madrugar, se repasan conceptos como sumas, multiplicaciones, tabla periódica, geografía,… se establece un ratito de lectura, se hacen dictados para volver a coger soltura y que no se cansen al escribir,… Se llevan a cabo conversaciones que recuerdan que se acaban las salidas, los tiempos de pantalla,…que ya está aquí la «Vuelta al cole».

Aunque si bien es cierto que todo esto se establece con una intención positiva, podríamos ver si cuando nosotros estamos de vacaciones y nos queda una semana, vamos cortando el descanso que nos pide nuestro cuerpo con el despertador, repasamos conceptos profesionales, vamos dejando de salir,…pero esto es otro tema que podríamos verlo en otro momento.

Muy bien, ya tenemos todo lo que el Corte Inglés, entre otros muchos, nos dice que necesitan nuestros hijos e hijas para la «Vuelta al cole».

La realidad que yo me encuentro es distinta…

Empieza a sonar el teléfono de familias que durante el curso anterior sus amores más grandes se convirtieron en protagonistas de burlas, bromas pesadas, exclusión, miradas amenazadoras, sufrieron bullying,…y, comienzan a sentir la ansiedad, la tristeza, el miedo, la apatía, el cansancio, los pensamientos recurrentes, la preocupación constante,…

Para todo esto no vale la goma de borrar, no hay nada que vendan para echar en su mochila, ya que la que necesitan cargar es la mochila emocional, y aún no venden esas herramientas en la planta de la «Vuelta al cole».

¿ENTONCES QUÉ?

LA «VUELTA AL COLE» NO ES SOLO DEL CORTE INGLES, ES UN TRABAJO DE LA SOCIEDAD EN GENERAL

Hay mucho por hacer y cada uno es responsable de hacer lo que esté en su mano independientemente de que los demás lo sean o no.

  • Enseñemos el valor de la amistad, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad de cada uno, la empatía, implantar medidas preventivas y trabajar la inteligencia emocional, ser modelos, no hacer ni justificar las burlas, críticas, amenazas, manipulaciones, dejar a un lado el «ojo por ojo, y diente por diente»,…todo esto último, aunque los valores de la amistad, el compañerismo, el respeto son conceptos abstractos con un significado personal que valora más unas cosas que otras, no pueden tener cabida.

Recordemos que la mayoría de los efectos son psicológicos (90%), ataques de pánico, crisis de ansiedad, depresión, baja autoestima y mayor vulnerabilidad, ideación suicida,… Creo que cuando hablamos y somos conscientes de todo esto, que desgraciadamente vemos en las noticias con algunos trágicos finales, desmontamos la idea de que antes pasaba y nadie se metía ni se abrían protocolos porque son cosas de niños o niñas / de chicos o chicas.

NO, ROTUNDAMENTE NO ES ASÍ!!

Amigos cole

Es cosa de niños y niñas ir contentos al colegio, jugar, aprender, relacionarse con sus iguales, no ir con miedo, tener ansiedad, dolores de barriga que los viernes disminuyen un poquito, deja un pequeño alivio hasta que vuelven a crecer los domingos.

Como sociedad compartimos deberes y obligaciones, y disfrutamos de derechos, cada paso que demos para abrir consciencia cuenta.

Dejemos al lado la competitividad y los juicios, y veamos a cada ser humano como único, como un ser diferente e igual  que nosotros. Solo así podemos avanzar, solo juntos podemos acabar con esto.

Estamos fabricando un combate de boxeo diario en el que vale todo, cualquier tipo de movimiento y agresión, en la justificación merecida de machacar a las personas por sus rasgos físicos, por sus destrezas, por sus pertenencias,… ¿hay algo diferente en ti como persona cuando llevas unas zapatillas nuevas o viejas/de marca o no, cuando eres ágil, cuando te ponen gafas, cuando apruebas o suspendes, cuando engordas o adelgazas, el simple hecho de crecer más o menos,…?

¿QUÉ QUIERES?

 ¿Quieres que el futuro del mañana persiga y dé más importancia a un estándar/ a una moda,…que al respeto a la hora de elegir con quién comparte su tiempo?

Yo quiero contribuir y firmo mi compromiso en que valoren como les tratan, que sean coherentes en cómo lo hacen ellos, no que elijan tener al lado una persona u otra en relación a las zapatillas, porque además si estamos en la playa lo haremos descalzos. Me comprometo a mi parte, siendo coherente con mis actos y mis palabras, reflexionando juntos sobre estos temas, luego será decisión de cada uno, pero no voy a participar en medir la valía de las personas «tanto tienes tanto vales«.

No quiero confundir, no pasa nada porque nos guste o no unas modas, unas marcas, el poder  ofrecer unas zapatillas nuevas si se pueden permitir,…hablo y hago hincapié en la importancia de mantener relaciones, de compañeros, de amistad, de noviazgo, en las que se priorice los valores que están dentro de las personas y no el valor de lo que llevan por fuera, que no normalicen el mal-trato en ninguna de sus relaciones porque al convivir con ello se vea «normal», ya que cuando se priorizan otros aspectos hacen que esto pase a segundo plano.

Los actos de mal-trato deben ser identificados porque salen de la normalidad en las relaciones, deben frenarse y atender a esas personas que acuden a ellos para cubrir necesidades de fondo con estrategias que no pueden pasar desapercibidas ni ser justificadas. Aceptar, asumir consecuencias y ver otras estrategias de actuación que no lastimen a nadie.

Recuerda que tú eres responsable de la parte que te toca, delegarla o no tomarla es una forma de contribución.

COMPROMISO SOCIAL

TELÉFONOS:

 (No dejan rastro en la factura telefónica)

  • ATENCIÓN ACOSO ESCOLAR: 900 018 018
  • ANAR (Ayuda a niños/as y Adolescentes en Riesgo): 900 020 020

Si reciben más de 1200 llamadas al día, ¿es algo de niños o tenemos una responsabilidad común? Recuerda que cada paso cuenta.

PELÍCULAS, SERIES, CUENTOS QUE AYUDAN A REFLEXIONAR SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA RESPONSABILIDAD DE CADA UNO COMO LA MANERA DE PREVENIR EL BULLYING EN LA «VUELTA AL COLE»

  • Wonder
  • Un pequeño mundo
  • Por trece razones
  • No te calles
  • Invisible
  • Orejas de mariposa
  • Vamos a llevarnos bien
  • Hoy no juegas
  • Malena ballena
  • Ponte mis gafas
  • Rojo

Deja en los comentarios recursos que ayuden a trabajar este tema.

«La educación es la vacuna contra la violencia«

Edward James Olmos.

¿Empezamos ya y desde abajo?

PsiCorazonyMente

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